México.- Necesitamos un nuevo proceso civilizatorio para no temer a la muerte,
que tiene que ver con la autodeterminación y con la libertad, afirmó el filósofo
Leonardo da Jandra.
Durante el debate "Los dilemas éticos sobre la
muerte", organizado por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM),
en donde se realizó una serie de reflexiones en torno al ejercicio de la
autonomía de las personas para decidir sobre cómo terminar el último de sus
días.
El filósofo chiapaneco señaló que la ética tiene que ver con el
libre albedrío del individuo y debe estar por encima de cualquier determinismo.
Agregó que el aparato de salud pública que tenemos está relacionado con la
mentalidad del encierro, y la energía que se percibe en un hospital es tanática,
que es ajena al mundo multicolor en el que vivimos.
Da Jandra fustigó
las prohibiciones a la autodeterminación de las personas, como lo es que en
algunos estados del país no se permita el aborto y que el sistema de salud
niegue la eutanasia a quien la desea.
En el Plantel Cuautepec de la UACM,
Arnaldo Kraus, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) y autor del libro "Cuando la muerte se aproxima",
indicó que, a diferencia de otros países en donde está legislada la eutanasia o
voluntades anticipadas, en México se es víctima del sistema médico, porque "el
sistema de salud es mediocre y no se puede decidir cómo acabar tu vida cuando se
sabe que se es paciente terminal o que se padecerá de
Alzheimer".
Cuestionado sobre cuál es la mejor forma de morir, Kraus
señaló que es estar acompañado en casa y no en un hospital. Cada persona,
continuó, debe construir un escenario plausible en el que pueda llevar a cabo lo
que desea hacia el final de su vida, aunque reconoció que no siempre se puede.
Kraus agregó que "la muerte se ha esterilizado", y como ejemplo citó que
en Estados Unidos el 50 por ciento de las personas mueren en hospitales, en un
ambiente estéril, sin compañía.
Fuente: El diario de Queretaro. 2 de nov. de 2011.
http://www.oem.com.mx/diariodequeretaro/notas/n2292888.htm
Hay una tendencia tanatológica-humanista de enviar al paciente terminal a morir a su casa, rodeado de familiares, pero en la práctica cotidiana, hay familiares de esos pacientes, que se sienten ofendidos si se les ofrece eso.
ResponderEliminarFuente: trabajo en un hospital.